Tanto la Episiotomía como los Desgarros son lesiones que pueden ocurrir durante el parto, comprometiendo la integridad de nuestro suelo pélvico. En España, se estima que más del 80% de las mujeres tienen algún tipo de lesión perineal durante el parto. Aquí te enseño algunas técnicas clave de Fisioterapia de Suelo Pélvico para evitar episiotomía y desgarros durante el parto.
¿Qué es una episiotomía?
La episiotomía es un corte intencionado que se realiza en la apertura vaginal durante el parto, con el objetivo de facilitar el nacimiento del bebé. Se suele realizar en partos largos, cuando el bebé está en riesgo, en partos en los que se utilizan herramientas como el fórceps e incluso por protocolo en algunos hospitales. Sin embargo, no está recomendado utilizar la episiotomía como parte del protocolo puesto que es una incisión quirúrgica que puede generar complicaciones y ser perjudicial para la recuperación postparto de la mujer.
¿Qué son los desgarros durante el parto?
Los desgarros son lesiones espontáneas, también en la apertura vaginal, que pueden aparecer durante el nacimiento. Los desgarros perineales varían en su extensión y dirección dependiendo del desarrollo del parto y de la elasticidad del periné de la mujer.
Estas lesiones perineales se clasifican en 4 grados dependiendo de cuánto afectan al periné.
Un desgarro de Grado 1 es en el que solo se ve afectada la piel, suele ser el más común y no es necesario que se utilicen puntos de sutura.
En una lesión perineal de Grado 2, además de la piel, se lesionan parte de las fibras musculares del suelo pélvico, la Episiotomía es equivalente a un Desgarro de Grado 2.
En el desgarro de Grado 3 algunas fibras del Esfínter Anal se ven afectadas y en un desgarro de Grado 4 la totalidad del Esfínter Anal está dañado. Estos suelen ser los menos comunes y en los que más se compromete el Suelo Pélvico, pueden aparecer de manera espontánea o como consecuencia de una episiotomía.
¿Siempre ocurren estás lesiones perineales durante el parto?
Estas lesiones perineales, tanto los desgarros como las episiotomías, no tienen por qué ocurrir siempre durante el parto, especialmente si se ha realizado una buena preparación con diversas técnicas de suelo pélvico. Pudiendo dar a luz sin sufrir ningún daño en el periné
¿Cómo afectan a las episiotomías y los desgarros a la recuperación postparto?
Todas las lesiones perineales tienen un gran impacto, tanto físico como emocional, en la recuperación postparto. La sintomatología y la dificultad para la recuperación dependerá en gran medida del tipo y el grado de la lesión.
Dolor postparto
El dolor es el efecto más común después de una episiotomía o un desgarro. Puede variar entre moderado a intenso especialmente cuando estamos sentadas, ya que el periné recibe mucha presión, al caminar o hacer otros movimientos, a la hora de ir al baño y durante las relaciones sexuales.
Infecciones y cicatrización
En caso de episiotomías o desgarros a partir del Grado 2, en los que se ven implicados parte de los músculos del suelo pélvico, la cicatrización es más lenta. Durante todo este proceso debemos tener especial atención en la higiene ya que es más fácil que la herida se pueda infectar y que aparezcan otras complicaciones como problemas con los puntos o con el control de esfínteres y la continencia.
Incontinencias y control de esfínteres
Debido a estás lesiones, pueden aparecer problemas con la micción y la evacuación relacionados con la continencia si los esfínteres están afectados o generando dificultad para orinar e ir al baño por el dolor y la inflamación. Todo esto es un limitante para realizar nuestras actividades cotidianas y puede suponer dificultad en el cuidado del bebé.
Dolor en la relaciones sexuales
La recuperación después de una episiotomía o un desgarro puede afectar también a las relaciones sexuales. Es común que tras estas lesiones se experimente dolor durante las relaciones sexuales, conocido como dispareunia, ya que la zona perineal va a permanecer sensible durante todo el proceso de cicatrización y curación.
Impacto emocional y psicológico
Todo esto supone un gran impacto emocional y psicológico. El dolor y las dificultades físicas suelen generar un aumento del estrés y la ansiedad que, asociado a la incertidumbre por el control de la continencia y la recuperación de la función sexual, genera inseguridad y aumenta la fatiga y la irritabilidad. Complicando la recuperación postparto y el cuidado y el vínculo con nuestro bebé.
Cómo te puede ayudar la Fisioterapia de Suelo Pélvico a evitar la episiotomía y los desgarros
La fisioterapia de Suelo Pélvico durante el embarazo es una herramienta clave para la preparación física al parto, además es fundamental para evitar la episiotomía y los desgarros durante el parto. A través de técnicas específicas conseguimos fortalecer la musculatura del suelo pélvico, mejorar el control motor y la elasticidad y flexibilidad del periné, contribuyendo a un trabajo de parto más fácil y reduciendo el riesgo de estas lesiones.
Masaje Perineal para la prevención de episiotomía y desgarros
El masaje perineal es una técnica de fisioterapia especializada que tiene el objetivo de aumentar la flexibilidad del periné, mejorando la elasticidad y la capacidad de estiramiento.
Consiste en varias técnicas de masaje y estiramiento controlado de toda la musculatura del suelo pélvico. Esta técnica puede ser algo molesta las primeras veces, pero en ningún caso debería ser dolorosa. Se ha demostrado su eficacia para evitar episiotomía y desgarros, sobre todo en mujeres que van a dar a luz por primera vez, si se realiza a partir de la semana 32 de embarazo con una frecuencia de entre 3 y 5 veces por semana.
Lo ideal es que tanto tú como tu pareja o acompañante acudáis a una sesión con una fisioterapeuta especializada para aprender a aplicar esta técnica y poder hacerlo en casa, aunque siempre que lo necesitéis se pueden tener sesiones de masaje perineal en consulta.
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EPI-NO en el embarazo
El EPI-NO es un dispositivo que utilizamos durante el embarazo tanto para el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico como para flexibilizarla. Consta de una sonda con forma de globo que se introduce a nivel vaginal y un manómetro que nos permite hinchar y deshinchar el globo para trabajar de distintas maneras.
El principal beneficio que nos aporta el EPI-NO es que vamos a poder trabajar nuestro suelo pélvico de manera consciente, gracias al visor del manómetro que nos indica cuando estamos realizando una contracción y cuando estamos relajando la musculatura. Esto es especialmente importante para mejorar nuestra propiocepción, la capacidad de saber y sentir cómo se encuentra nuestro cuerpo en cada momento. De esta manera, somos capaces de tomar conciencia de la sensación de estiramiento durante el parto y gestionar mejor los pujos.
Más allá del masaje perineal y herramientas como el EPI-NO, la fisioterapia de suelo pélvico cuenta con otras muchas técnicas y es un gran aliado durante el embarazo para acompañar a la mujer y preparar el cuerpo para el parto y la recuperación postparto, ayudándote a evitar episiotomía y desgarros entre otros beneficios.
Fortalecimiento y control de la musculatura del Suelo Pélvico
Como te contaba, es esencial tener un buen control corporal de nuestro suelo pélvico. El periné es una zona de la que solemos estar bastante desconectadas y mejorar nuestra consciencia sobre ella será clave para prevenir problemas como la incontinencia y para mejorar la eficacia de las contracciones y pujos durante el parto.
Trabajo postural y de movilidad
Durante las Sesiones de Suelo Pélvico dedicaremos tiempo a mejorar la movilidad de la pelvis y la cadera de manera que tengas mayor libertad de movimiento y tu pelvis se pueda adaptar más fácilmente al parto. Además, la postura es un aspecto clave tanto durante el embarazo como durante el parto, donde favorecerá una correcta activación muscular haciendo que las contracciones sean más llevaderas a la vez que eficaces.
Técnicas de respiración y pujos controlados
Aprender a respirar de manera adecuada permite a tu cuerpo relajarse y prepararse para el esfuerzo. También reduce el riesgo de contraer involuntariamente la musculatura del suelo pélvico dificultando los pujos. Podemos practicar cómo realizar estos pujos de una manera más fisiológica, coordinada con la respiración y respetando más al suelo pélvico, de manera que durante el parto el periné se pueda estirar lentamente, sin forzar los tejidos y reduciendo el riesgo de episiotomía o desgarros.
Cuándo puedo empezar a aplicar estas técnica para prevenir episiotomías y desgarros
Puedes empezar con la Fisioterapia de Suelo Pélvico a partir del segundo trimestre de embarazo. Te recomiendo que tengas una Valoración de suelo pélvico para proponerte un plan de tratamiento a medida.
Durante las primeras sesiones se trabajará principalmente el fortalecimiento y control de la musculatura del Suelo Pélvico y el abdomen y se empezara con el trabajo postural y de movilidad. Durante estas sesiones se pueden abordar también otros problemas relacionados con el embarazo como pérdidas de orina o dificultad para mantener la continencia, edema gestacional (sensación de pesadez en la zona genital) o molestias en la zona costal y del diafragma entre otros, de manera que contribuimos a mantener tu comodidad durante todo el embarazo.
A partir del tercer trimestre intensificaremos el trabajo de suelo pélvico y comenzaremos las sesiones específicas de preparación al parto, que incluirán todos los temas de los que te he hablado.
Aquí te enseño un cronograma de como suelo distribuir las sesiones de preparación al parto en mi consulta.
¿Tienes cualquier duda o quieres empezar tu preparación al parto conmigo? Escríbeme para más información.