Lo primero que tenemos que hacer es localizar las zonas óseas de referencia.🦴

Vamos a empezar por los isquiones, forman parte de la pelvis y los palpamos muy fácilmente colocando nuestras manos (con las palmas hacia arriba) bajo nuestros glúteos estando sentados. Si no estamos seguros de si los estamos notando o no ponemos inclinarnos hacia delante y hacia atrás sin quitar nuestras manos y notaremos como se mueven (se moverán hacia atrás cuando nos inclinamos hacia delante y hacia delante cuando nos inclinamos hacia atrás). 

Otra zona de referencia es la sínfisis del pubis, es la zona dura que encontramos en la parte anterior de la pelvis. Podemos encontrarla llevando nuestras manos por la parte interior de los muslos y hacia arriba hasta encontrar un tope duro, estaremos chocando con la sínfisis del pubis.

La última referencia es la más fácil de encontrar, el coxis. Para encontrarlo simplemente tenemos que seguir el recorrido de la columna hasta el final, lo localizamos más o menos al comienzo del pliegue interglúteo.

Una vez que conocemos estos puntos claves ya tenemos perimetrado nuestro suelo pélvico dentro del rombo que configuran las 4 zonas óseas.